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NO ES DE INFANTES

Es de dominio publico que en Siria, hay guerra. El origen de este conflicto tal vez es desconocido, tal vez no. Se trata de una guerra civil. Este es el séptimo año consecutivo en el que la vida en Siria, se pierde, y no, no hablo en realidad de los finados. De cualquier modo, tal vez ellos tienen más dignidad al morir que muchas otras personas que tienen que soportar, el miedo, hambre, frío o cansancio. Me darán la razón de que eso, no es vida.


No lo es para los adultos y mucho menos para los niños.


Este conflicto, como muchos otros, se origino por la corrupción, el mal gobierno, la pobreza, la violación de derechos humanos, evidentemente hablamos de desigualdad.


Todo inicio en 2011: Movimientos sociales, grupos espontáneos de personas, organizaciones que empezaron a movilizarse y reclamar sus derechos.


Solo querían justicia e igualdad. Sin embargo, lejísimos de conseguir su fin. Las demandas de la sociedad menos privilegiada fueron aplacadas, violentamente por el gobierno sirio.


Pero lejos de calmar y silenciar al pueblo, lo único que se consiguió fue el inicio de un conflicto armado. Y ahora, siete años después, ante los ojos del mundo es uno de los desastres más siniestros de la historia.


Visualícenlo un momento:


Mientras que las distintas partes contendientes se arman, combaten y bombardean, la población civil vive atemorizada y trata de sobrevivir.


Los niños de menos de siete años sólo han conocido la guerra. No saben más allá que de sufrimiento. Viven en constante amenaza de las bombas y la violencia que no cesa. No pueden ir a la escuela, ni siquiera pueden jugar.


Las infraestructuras sanitarias han sido atacadas o directamente el personal de los mismos ha sido asesinado.


La gente no puede ganarse la vida porque no hay empleos a los que acudir, las tiendas se han cerrado y los mercados se han desmantelado.


La única opción que tienen las personas para resistir es tratar de buscar protección y alimento. Pero incluso estos mínimos son difíciles de conseguir.


Aquí están las cifras:

Desde la distancia vemos la situación de las personas en Siria, como algo atroz, espantoso, doloroso y nos persignamos para que algo así no nos alcance. Eso no es suficiente.

Aunque tampoco les diré que tengo la solución. Es solo que no me gustaría que las necesidades, las vidas y el futuro del pueblo sirio desaparezcan de la conciencia del mundo. No puede quedar como un simple hecho plasmado en libros de historia.

Es indignante de verdad, que los lideres más importantes del planeta, no muevan un solo dedo para cambiar la situación. Mientras que por un lado el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprueba resoluciones que millones de sirios tengan acceso humanitario, los países miembros de este órgano inyectaban con armas a las distintas partes. Concretamente el 90% de las armas que se utilizan en el conflicto han sido manufacturadas por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, especialmente Rusia y Estados Unidos.

Leer este tipo de notas siempre me hacen preguntarme que puedo yo hacer por los niños de Siria. No podemos permitir como humanos que nuestros vecinos sigan soportando tanto horror.

Entonces... ¿Que puedes hacer?

Puedes donar dinero. Hay muchas fundaciones, que se dedican a ayudar. ONG, UNICEF, Caritas, Save the Children, Global humanitaria, Médicos sin fronteras, UNHCR ACNUR… Puedes investigar todas y cada una de estas organizaciones, lo que hacen con lo recaudado, la manera en la que ayudan y otras formas de colaborar.

Pero si no puedes ayudar monetariamente, tal vez porque no te sobra el dinero, o porque no te da confianza donar, y eso esta bien, es comprensible. Afortunadamente donar, no es lo único que puedes hacer.

Puedes convertirte en voluntario. No te asustes, no todo se trata de ir al lugar de los hechos para poder ayudar. Aunque claro que existe. Pero desde tu ciudad puedes ayudar activamente. Infórmate, sensibiliza a la gente a tu alrededor respecto a lo que sucede.

Lo importante es que dejes de mirar todo pasivamente y actúes, por los niños Sirios, por los niños Mexicanos, no importa en realidad la nacionalidad. Debemos estar al pendiente de lo que pasa en el mundo, y no cerrarnos a la posibilidad de hacer algo al respecto.

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