Hola amigos, en esta ocasión les quiero compartir algo que he venido platicando con algunos amigos.
En las redes sociales circula una foto de algún lugar de México donde se divide la población de diferentes clases sociales. Por un lado se observan casas en obra negra sin ningún lujo, diseño o pintura y del otro lado del muro; mansiones llenas de color, con áreas verdes, albercas, autos de lujo, etc.
Me llamo la atención que en los comentarios de la foto muchas personas se llenaban la boca diciendo que como era posible que exista tanta desigualdad social, que porque a los pobres los arrinconan en los peores lugares, que porque no existe una autoridad que reparta los bienes por igual y otras tantas tonterÃas .
La realidad es otra, la gente pobre y la gente rica tienen una mentalidad totalmente diferente; por un lado las personas ricas no gastan dinero de su patrimonio en cosas banales, tienen la hábito de ahorrar, de tener seguros para casos de emergencias y algo importante; invertir en educación.
Por otro lado las personas de escasos recursos son más desidiosas, gastan dinero que no tienen, compran cosas innecesarias, dejan la escuela por tener dinero fácil y siempre viven endeudados por comprar a plazos. Sin olvidar de que según ellos los culpables de todo lo malo que les pasa es el gobierno, a pesar de que son los principales beneficiarios de los programas sociales.
Sin embargo, como podrÃamos exigir justicia si nosotros mismos la mantenemos; comprando mercancÃa pirata, obteniendo celulares robados, dando mordidas para evitar sanciones y sobre todo sin pretender cambiar nuestra actitud ni costumbre
s.
La verdad es que mientras se siga manteniendo esa manera de pensar y actuar el gobierno (sin importar que partido polÃtico sea) seguirá aprovechándose de la situación, seguirá desviando millones de pesos a cuentas de familiares, seguirá robando a manos llenas.
¿O en serio piensan que hay una persona que tiene la formula? ¿Que solo él es la esperanza de México? No se engañen ni se dejen engañar, tal vez sea un error demasiado grande y sin opción a retroceder.
Aunque el sueño se ve muy prometedor no se dejen llevar por el rencor, no existe nadie que venga y mejore nuestra situación como por arte de magia, si no empezamos por cambiar nosotros.
El cambio debe comenzar en casa, comprando en lugares establecidos, apoyando a pequeñas empresas, pagando impuestos, denunciando hechos ilÃcitos y sobre todo siendo honestos. No cuesta nada hacerlo.
Ojala pronto podamos ver a nuestro méxico como un paÃs fuerte y lleno de vida. ¡¡Animo, si se puede!!