A mediados de septiembre la indignación por el feminicidio de otra joven, una chica de 19 años en la ciudad de Puebla se expresó por lo menos en 20 ciudades del paÃs. Por supuesto que yo también me senti indignado, tengo madre, tias, primas, sobrinas y amigas que si les ocurriera una desgracia asi, no sé siquiera como reaccionaria.
Pero no es solo por ella, también es indignante saber que puedes perder la vida en un asalto por un simple celular o un reloj. No debe ser cuestión de género, nos matan a diario a todas horas y las autoridades ni siquiera son capaces de darte una explicación convincente, ya ni hablemos de soluciones.
Por supuesto que debemos exigir justicia para Mara y para todas las mujeres que han sido asesinadas, pero también tenemos que ser unidos como sociedad y exigir justicia para todos esos casos de homicidio por asaltos, extorsiones, pleitos, etc.Todos merecemos justicia y todos debemos estar protegidos y sentirnos seguros.
No es culpa de las mujeres traer la falda muy arriba o el escote muy abajo, tampoco es culpa de un hombre caminar con el celular en la mano o sacar su cartera a plena vista para pagar sus artÃculos.
Todos podemos ser vÃctimas pero también podemos ser soluciones, basta mirar adentro a nuestro entorno y ver con sinceridad los cambios que debemos realizar.
Somos consecuencia de los eventos en los que la violencia y la impunidad son privilegiados y el respeto a la sociedad se ha ido perdiendo, sin darnos cuenta. Hemos fallado como sociologÃa, como historia y como cultura.
